Seguramente
hayais oído hablar de los whatsapp.
Esta
nueva aplicación disponible principalmente en BlackBerry, Android y Symbian ha
generado para la mayoría de niños, jóvenes, adolescentes, adultos… un gran impacto en el mundo de la telefonía,
llegando a suplantar nuestros tradicionales SMS Y MMS ya que con su utilización
podemos mandar todo tipo de mensajes de manera totalmente gratuita y sencilla.
Día
tras día este software de mensajería instantánea se está haciendo más popular y convirtiéndose
en una necesidad imprescindible para contactar con todo nuestros contactos del móvil
durante todo el día en cada momento, por lo que lo podríamos considerar en
cierta medida como un fenómeno de socialización que nos ayuda a estar en
contacto de forma instantánea, compartiendo e intercambiando ideas con más de
una persona a la vez.
Cuando tus amigos no están
conectados (por tener el móvil apagado o fuera de cobertura), WhatsApp almacena
los mensajes en el servidor y espera a que te conectes para enviártelos.
Y es que en plena era 2.0,
donde prima la conectividad y la inmediatez, la posibilidad de poder
enviar de manera ilimitada y gratuita no solo mensajes de texto, sino
fotografías, vídeo, audio e incluso localización gracias a la red de datos de
nuestro dispositivo, ha situado este servicio en la cumbre de las aplicaciones y descargas telefónicas.
No
todo los que nos ofrece esta aplicación es beneficioso, debemos ser conscientes de la peligrosidad y adicción a este tipo de
desarrollos tecnológicos que nos hacen tremendamente dependientes de ciertos
dispositivos.
La sencillez y el coste
mínimo que tiene el uso de WhatsApp hace que esta aplicación de nuestros
móviles se convierta en una adicción que encima pasa de desapercibida.
Personalmente no disfruto de
esta aplicación pero gente de mi entorno está totalmente enganchada a los
famosos WhatsApp. Por ejemplo cuando
estamos con nuestro grupo de amigos y a alguno
les llega un whatshapp se evaden y se aíslan de participar en actividades,
conversaciones, opiniones… estando
totalmente pendiente del móvil y dejando.
También tras lo que observo
normalmente me gustaría añadir que esta aplicación con respecto a las
relaciones sociales incrementa también la exclusión de aquellas personas
tímidas, vergonzosas… que gozando de esta aplicación hablan con la gente pero
sin llegar a relacionarse personalmente.
Usen
los WhatsApp con moderación.
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